¿Qué es un StableCoin en el mundo de las criptomonedas?

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Una de las características asociadas a los activos criptográficos y al dinero descentralizado en general es su volatilidad. Esto quiere decir que su valor depende del interés de los grandes inversores y de la oferta y la demanda del momento. Por ello se habla de que son inversiones de riesgo, ya que no están sujetas a ninguna garantía (dinero fiduciario, bienes materiales de gran valor, etc). Pero, también gracias a ello se vuelve rentable hacer trading con este tipo de activos.

Dentro de este universo ha surgido un nuevo tipo de token denominado las stablecoins. Estos proyectos financieros de igual manera se soportan en la tecnología blockchain. No obstante, se diferencian de criptomonedas como el bitcoin o el ether (de uso común como método de pago en más de un casino en línea) porque se reduce al mínimo el carácter volátil. Su razón de ser es proporcionar a los inversores una especie de seguro para resguardar su dinero frente a los vaivenes del mercado.

¿Quieres saber más sobre cómo funcionan, sus tipos y cómo aparecieron en el mercado las stablecoins? Entonces, sigue leyendo.

Las stablecoins, qué son y su origen

Las criptomonedas estables o stablecoins son activos criptográficos cuyo valor en el mercado se mantiene relativamente fijo (Wikipedia, 2022). Ejemplos de ellas son USDT, USDX, DAI, DGX, entre muchas otras. Hoy en día son consideradas un tipo de monedas que comparte características del dinero fiduciario y las criptos volátiles, frecuentemente mediando entre ambos mundos. Surgieron para resolver problemas como la difícil convertibilidad del dinero tradicional en criptos y el riesgo elevado que significaba invertir en estas últimas dada su alta volatilidad.

Orígenes e historia

Las primeras stablecoins fueron presentadas en el año 2014, la BitUSD y la NuBits de las empresas Bitshare y Nu respectivamente (criptonoticias.com, 2021). Pocos meses después fue lanzada la antecesora de la que hasta hoy en día es la criptomoneda estable más popular, Tether, que en ese momento se llamó Realcoin. Este funcionaba en la blockchain de bitcoin, en una cadena lateral llamada Omni Layer. La idea inicial detrás del Tether era generar nuevos activos criptográficos, anclados a dinero fiduciario, que respaldaran al bitcoin. Comenzó a comercializarse en Bitfinex y otras plataformas de exchange en 2015.

En los años subsiguientes aparecieron otros proyectos de criptomonedas, algunos de los cuales se mantienen hasta nuestros días. SteemUSD data de 2015 y DAI, la criptomoneda estable de la red Ethereum, comenzó su camino en 2017. DAI es una de las criptos más usadas en todo el mundo, ya que, entre otras cualidades, permite acuñar nuevas unidades en la red empleando tokens diversos, siendo una moneda clave en la conformación de la economía DeFi (de finanzas descentralizadas).

Debido a la gran popularidad de las criptos estables diversos organismos estatales e internacionales han ideado propuestas para su regulación y supervisión. Entre estos entes se encuentran el Departamento del Tesoro de Reino Unido, el Banco de Pagos Internacionales y el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).

Tipos de stablecoins y cómo funcionan

El principio y funcionamiento de las stablecoins es similar al de otras criptomonedas. Son emitidas por una empresa o proveedor en redes de cadenas de bloques informáticos. Las criptos estables no poseen su propia blockchain, sino se sostienen generalmente en cadenas laterales. Todas las transacciones realizadas con ellas quedan registradas y pueden ser consultadas por el público, tal como sucede con cualquier otra criptomoneda. En este sentido son muy seguras.

La gran pregunta acerca de las stablecoins es cómo logran mantener una cotización relativamente estable al ser activos descentralizados (no dependientes de instituciones bancarias públicas o privadas). Para dar respuesta a esto, debemos saber que hay dos clases principales de stablecoins: las colaterizadas o respaldadas y las algorítmicas.

Stablecoins colateralizadas

Se llama así a las stablecoins cuyo valor está anclado y respaldado por activos, que pueden ser monedas fiat, otras criptomonedas o commodities (materias primas). A su vez, son canjeables por estos. El proveedor es quien determina las vinculaciones y respaldos de la criptomoneda estable, así como la cantidad de tokens que pueden emitirse según las reservas existentes.

Respaldadas por dinero fiduciario

La más conocida de estas es el Tether (USDT). Las stablecoins que se respaldan en monedas fiat o fiduciarias se mantienen ancladas a la moneda en cuestión (dólares, euros, yenes, etc) en relación de 1:1. Para ello la empresa emisora mantiene bajo resguardo una cantidad de dinero fiat equivalente a los tokens circulantes.

Respaldadas por criptomonedas

La garantía de estas se encuentra en otra criptomoneda o cartera de criptomonedas de la misma cadena de bloques, tal como ocurre con DAI dentro de la red Ethereum. Los intercambios se realizan a través de contratos inteligentes.

Respaldadas por commodities

Están respaldadas por materias primas de gran valor, como el oro y otros metales preciosos. También pueden ser bienes raíces o petróleo. Una vez más, la cantidad de tokens circulantes debe corresponderse con el capital del emisor de acuerdo a la cotización de la materia prima a la que está anclada.

Stablecoins algorítmicas

Este tipo de stablecoins no tiene una garantía que respalde su valor, sino este se regula por medio de algoritmos de alerta e inversores inteligentes, quienes nivelan el mercado. Tienen como referencia de valor una moneda fiduciaria, pero funcionan de manera distinta a las stablecoins respaldadas. De hecho, replican el modelo de las entidades bancarias que acuñan dinero fiat. Ejemplo de ellas son AMPL (Ampleforth) y BAC (Basis).