USDF Consortium, el conglomerado de bancos estadounidenses que busca emitir su propia stablecoin

La apuesta por la creación de criptomoneda estable sigue persuadiendo a corporaciones financieras de primer nivel. En esta ocasión la tentativa llega de la mano de una agrupación de entidades bancarias de Estados Unidos que se encuentra en vías muy avanzadas de emitir su propia stablecoin.

En concreto, el impulso proviene de la denominada USDF Consortium, un conjunto de bancos cuyo objetivo pasa por confeccionar una gran red bancaria que se preste a la adopción y la operatividad de este tipo de moneda. Todo ello, claro está, tratando de suprimir los desencuentros con el sistema financiero y aprovechando el potencial del blockchain y la circulación digital del momento.

Entre las filas de la USDF Consortium se encuentran los bancos New York Community Bank, NBH Bank, FirstBank, Sterling National Bank y Synovus Bank. Todos ellos han acordado que la moneda en cuestión pasará a llamarse USDForward (USDF) y que esta se someterá a la normativa vigente de los Estados Unidos. Además, como dato relevante, cabe reseñar que el consorcio inicia su recorrido bajo el apoyo de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC), consiguiendo de este modo proveer de cierta seguridad a los usuarios depositantes.

Otro de los atractivos de la USDF es que estaría ubicada en varias plataformas de criptomonedas basadas en blockchain de carácter público, lo que se traduce en un abanico más abundante de opciones para la clientela. No en vano, se trata de un entorno en el que esta podrá disfrutar, entre otras cosas, de operaciones tan frecuentes como las relativas a la facturación y la financiación de empresas.

Con este panorama como casilla de salida, las pretensiones del consorcio a corto plazo pasan por conseguir que aumente el número de bancos asociados. A partir de un mayor volumen en términos colaborativos, resulta más sencillo lograr una stablecoin que funcione como un recurso paralelo a todas esas monedas estables que provienen de las distintas sociedades comerciales. Ocupar este nicho de mercado es también, sin lugar a dudas, uno de los objetivos clave.

El nivel de inversión que se está moviendo en el circuito actual de este tipo de criptomonedas supera los ciento cincuenta mil millones de dólares. En su mayoría, estamos hablando de productos financieros ideados para el ahorro que son capaces de mantener la equivalencia con el dólar, cosa que no ocurre con otros activos cripto. En definitiva, un suculento mercado al que los bancos tratan de hincarle el diente y que no perderán de vista en los próximos años.

El surgimiento de USDF Consortium vuelve a poner en el centro del debate un asunto que no termina de cerrarse: la conveniencia de las criptomonedas estables en el marco financiero de los Estados Unidos. Aunque las evidencias que promueven su utilidad va en aumento, lo cierto es que, como no podía ser de otra forma, las entidades gubernamentales siguen empeñadas en restarle valor a una moneda que continúa proyectándose con paso firme. Desde la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y el Departamento del Tesoro alertan del riesgo que traen consigo estos activos, a los que consideran una amenaza real que va en contra del dólar estadounidense.

En cualquier caso, lo que parece que va camino de consolidarse es el papel que juega en este escenario la Corporación Federal de Seguro de Depósitos, desde donde se señala que las stablecoin llegarán a ser una forma de pago habitual en las transacciones más cotidianas. Eso sí, al igual que USDF Consortium, esta agencia federal también se muestra partidaria de la regulación.

Aunque todavía se desconocen las fechas de emisión barajadas por USDF Consortium, el proyecto planteado sigue su curso y la fase de suma de capital continúa abierta.